martes, 17 de agosto de 2010

Navas: "Esto no es definitivo"

Jesús Navas prefirió ser cauto tras la victoria ante el Barcelona en el choque de ida de la Supercopa de España (3-1) y aseguró que el resultado "no es definitivo" dada la calidad de los jugadores de Pep Guardiola.
"El resultado no es definitivo. Quedan 90 minutos en el Camp Nou que será muy largos y ellos tienen jugadores que en cualquier momento te pueden hacer un gol. Aún así, nosotros llevamos un buen resultado y deberemos jugar con la misma intensidad", indicó.
Navas, que se mostró "emocionado y muy contento" con el homenaje que le brindó el club y la afición por su triunfo con la selección española en el Mundial de Sudáfrica, valoró positivamente la actitud del Sevilla. "Siempre fuimos verticales y el equipo se ha ido rápido hacia delante para buscar la victoria", señaló.
Por último, Navas -que jugó los 90 minutos del choque- aseguró encontrarse bien físicamente. "Tenemos que ir poco a poco con la preparación, pero seguro que vamos a ir encontrándonos más pronto que tarde", finalizó el jugador de Los Palacios.

Jesús Navas, homenajeado antes del comienzo de la Supercopa por su triunfo en el Mundial de Sudáfrica

El futbolista Jesús Navas ha sido homenajeado en los prolegómenos del partido de la ida de la Supercopa de España que enfrenta al Sevilla con el FC Barcelona en el estadio Sánchez Pizjuán, con una placa que le ha entregado el presidente de la entidad hispalense, José María del Nido.
   El extremo de Los Palacios, que ha comenzado el partido como titular a pesar de haber jugador el miércoles con España ante México, ha recibido el homenaje de la parroquia sevillista tras el gran logro obtenido el pasado 11 de julio en tierras sudafricanas.
   Así, el máximo mandatario del club andaluz, José María del Nido, ha sido el encargado de entregar al canterano la placa conmemorativa a pocos minutos de que se alzara el telón del fútbol nacional, con el partido entre el Sevilla, actual campeón de la Copa del Rey y el Barcelona, campeón de Liga.

El Sevilla toma ventaja (3-1)

El fútbol vive en los extremos. El Sevilla pasó anoche del cero al infinito en los juicios de valor de sus aficionados, pues después de un primer tiempo repleto de desencanto, con una sensación de impotencia absoluta, vivió una metamorfosis absoluta en positivo para desarbolar al Barcelona y poner la Supercopa de España con un resultado claro a su favor con vistas al partido de vuelta del próximo sábado en el Camp Nou.

Bastó con un solo cambio, uno solo, para que los seguidores nervionenses vieran despejado el cielo de esos negros nubarrones que acechaban en el intermedio. Cigarini por Romaric, decretó Antonio Álvarez entonces, y desde ese momento ya nada fue igual que antes. Cierto que tampoco es bueno llevar los juicios a esos extremos a los que antes se aludía, pero la transformación del Sevilla fue tan rotunda que no hay ninguna razón para pensar que este equipo puede seguir dándole muchas tardes de gloria a quienes profesan la fe balompédica que tiene su sede en el barrio de Nervión.

El Sevilla había corrido detrás del balón durante un tiempo entero y jamás había llegado a alcanzarlo. El Barcelona, sencillamente, movía el balón a un ritmo al que no puede llegar Romaric. Y no es cuestión de censurarle al marfileño su actitud, en absoluto, corría y corría hasta dejar su camiseta empapada en sudor, pero otra cosa es la aptitud, la capacidad para recuperar la pelota y después moverla con el criterio que el fútbol necesita para hacerle daño a un adversario. Cuando le llegaba ese esférico a su poder, necesitaba tomar aire, darse una vuelta entera y ya nada era igual desde entonces.

El resultado era un Sevilla a remolque, un equipo incapacitado tanto para recuperar como para atacar, un grupo de futbolistas agobiado por la presión de un rival que lo desbordaba sin necesitar un esfuerzo supremo siquiera. Ni siquiera sirvió que Álvarez se olvidara de los dos delanteros tradicionales y apostara por Renato en las cercanías de Luis Fabiano en su afán por tratar de pelearle la posesión a los azulgrana. Ese triángulo formado por Romaric, Zokora y el propio Renato, con ese orden cuando se miraba de Palop a Miño, era incapaz tanto en ataque como en defensa y era claramente superado.

Había que variar algo, claramente era necesario, y el técnico sevillista apostó en el intermedio por darle los galones al recién llegado. Ya lo tenía claro sobre la media hora, cuando Cigarini comenzó a calentar con fuerza y la decisión se consumó cuando tenía que llevarse a efecto, cuando no se pueden producir malos rollos con silbidos y demás. Cigarini por Romaric. Sólo bastó con eso para que todo variase de una manera absoluta, para que el Sevilla, entonces sí, se convirtiera en el dueño de la situación y fuera capaz de llevar el fútbol siempre hasta donde más le convenía.

Porque el balón dejó de ser del rival y pasó a ser controlado por el propio Cigarini, quien, además, provocó que todo se ordenara con Zokora robando la pelota en todas las zonas y Renato mucho más cerca ya de Luis Fabiano. Tanto fue así que pudo llegar el empate en un cabezazo franco de Renato llegando en segunda línea en la acción que se convertiría en el preludio de la exhibición sevillista en el tercer tercio del litigio.

Cigarini cogió confianza y en una de sus ayudas arriba vio el desmarque de Luis Fabiano antes de que éste se metiera en fuera de juego. Pase perfecto y no menos certero remate con la pierna izquierda del brasileño para igualar el tanteo. Desde entonces, el Sevilla, con más cambios positivos manando de su banquillo, fue creciéndose y convirtiéndose en ese equipo letal que tantas satisfacciones ha proporcionado a sus seguidores en los últimos años. Ya todos sumaban, ninguno restaba.

El primero en hacerlo, por supuesto, era el campeón del mundo, ese Jesús Navas dispuesto a dar un paso más en pos de liderar a este excelente grupo de futbolistas. Con Kanoute y Negredo en el campo como pareja de refresco en el ataque, el palaciego se vio fácil ante la presión de unos rivales que lo rodeaban y superó esta adversidad para poner en juego a Negredo, éste se ganó de nuevo el respeto de la grada con una gran acción individual y le puso un extraordinario balón a Kanoute, quien se encargó del resto. Como siempre, acertó con el remate, toque letal con la izquierda a la red.

El Sevilla había sido capaz de ponerse por delante ante un Barcelona que antes del intermedio parecía el de las estrellas a pesar de que estaba cargado de niños en su alineación. Eso sí, con un Daniel enchufado como siempre, y con Ibrahimovic, no se olvide. Pero el Sevilla ya era el de los grandes días y no había manera de pararlo, sobre todo cuando conectaron Jesús Navas, ¡de tacón!, Perotti y Kanoute. 3-1 en el marcador y un paso importante, que no definitivo, para acercarse al undécimo título oficial de la entidad. Aunque eso, con ser importante, no lo es tanto como la imagen que dejó la segunda mitad y eso es lo mejor que se puede decir de un equipo que pasó del cero al infinito a los ojos de los suyos.

Árbitro: Muñiz Fernández HH (asturiano). No se notó apenas y eso ya es mucho en él.

Tarjetas: Amarillas Zokora (58'), Dabo (68'), Cigarini (72') y Daniel (92').

Goles 0-1 (20') Ibrahimovic. Balón por fuera de Maxwell, Fazio no llega al despeje e Ibrahimovic llega entre los dos centrales para tocar con calidad a la red. 1-1 (62') Luis Fabiano. Gran pase interior de Cigarini para el desmarque de Luis Fabiano y el brasileño marca con el pie izquierdo. 2-1 (73') Kanoute. Gran combinación entre Jesús Navas y Negredo, el madrileño avanza y da un pase medido a Kanoute para que éste desvíe con la izquierda a gol. 3-1 (83') Kanoute. Taconazo de Jesús Navas para Perotti, éste lanza un gran centro con la izquierda y Kanoute cabecea a bocajarro.

Incidencias: Encuentro de ida de la Supercopa de España disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante unos 38.000 espectadores. Presidieron Ángel Villar y Sánchez

lunes, 12 de julio de 2010

El fútbol premia al país más futbolero


Justicia España gana su primer Mundial gracias a un gol de Iniesta en el tramo final de la prórroga ante una dura Holanda Estilos Los españoles quisieron el balón ante un rival que propuso el 'otro fútbol'
España es campeona del mundo de fútbol, sí campeona del mundo de fútbol, después de derrotar a Holanda en el primer campeonato que se disputa en el continente africano, concretamente en Sudáfrica. Bastó con un gol de Iniesta en los estertores de la prórroga para que se produjera el resultado más justo para todos los aficionados neutrales. Porque éste fue el triunfo del equipo que trató de imponerse por la vía del juego y no de lo conocido como el otro fútbol, tan legítimo por otra parte como el más plástico.

Hasta ahí el lead de la noticia que nos enseñaron en la Facultad de Ciencias de la Información, frío, aséptico, objetivo, pero en Johannesburgo y en todas las ciudades de España, en todas sin excepción, se produjo una verdadera explosión de júbilo cuando Iniesta empalmó el balón a la red por la sencilla razón de que, por fin, este deporte llamado fútbol premiaba al país más futbolero de todos. Tal vez se pueda echar a pelear con Argentina o Brasil, quizá con Inglaterra, incluso Italia, pero hasta en esas pugnas seguro que saldría vencedora España por la manera como se siente el fútbol en todas las comunidades autónomas de este trozo de la Península Ibérica.

España, todas las Españas si se permite, es apasionada con el fútbol, presume de tener a los dos grandes clubes del mundo, invierte muchísimo dinero en contar con los mejores peloteros del orbe, y a partir de ahora podrá estar muy orgullosa de su SELECCIÓN, roja o azul da igual, de ese conjunto de futbolistas maravillosos que la ha conducido hasta la cúspide universal. Y más henchido tendrán sus pechos todos los españoles si se tiene en cuenta que la vía para alcanzar semejante éxito ha sido a través de un fútbol pleno de buen gusto, de sentimiento, de darle cariño a ese objeto tan difícil de dominar como es la pelota, de llevarla a ras del suelo tocando y tocando mientras va dejando a adversarios atrás en pos de marcar el gol.

Ése fue el método elegido en su día por Luis Aragonés para alcanzar el título de campeón de Europa y de idéntica manera se manejó Vicente del Bosque hasta llegar a proclamarse campeón del mundo. Evidentemente, no había ninguna razón para alterar ese proceder en la final de Johannesburgo y los españoles, con Pedro de nuevo en su equipo titular en lugar de Fernando Torres, trataron de manejarse según ese guión tan exquisito. Lo hicieron, cierto, mientras pudieron porque enfrente había un rival, esa Holanda que tanto ha presumido de ser el adalid del buen fútbol, que se empeñaba en impedirlo a través de los ardides más sucios.

Patadas directas a la rodilla, como en el minuto 1 a Busquets para dejar claro cuál era el ideario de los hombres de Van Marwijk; tacos clavados en el pecho de Xabi Alonso, pero en el centro del pecho, como si éste fuera una diana y le dieran 10 puntos al lanzador, De Jong esta vez; plantillazo de Sneijder a otra rodilla; y las mil entradas durísimas de Van Bommel sin que el juez fuera capaz de finiquitar aquello. Ése fue el método de quienes siempre han presumido de ser la Naranja Mecánica y, en el colmo del cinismo, hasta se permitieron comerse al final al inepto de Howard Webb como si hubieran perdido por la labor de este árbitro inglés. ¡Protestaban un fuera de juego de Iniesta en el gol cuando éste arrancó un metro por detrás del Mathijsen!

Fue, sin embargo, el justísimo premio y un castigo tan cruel como merecido para lo que hicieron ambos equipos sobre el terreno de juego. Porque España, desde el mismo arranque, trató de llevar la iniciativa de la manera en la que siempre lo hecho, con personalidad, con mando, con el balón en su poder en todo momento. Eso se pudo comprobar con las ocasiones que tuvo en el primer cuarto de hora, cuando Stekelenburg le hizo un paradón a Sergio Ramos y cuando el propio lateral sevillano y Villa estuvieron a punto de abrir el marcador. Pero entonces tanto Van Bommel, el yerno del ideólogo, como De Jong sacaron el hacha de guerra para tratar de detener la sangría. Y lo consiguieron, es la verdad, por lo que tal vez hubieran merecido un 10 si el partido no hubiese concluido con un triunfo de España. Como sucedió esto último, pues un cero para el fútbol tan pendenciero que propuso Holanda por mucho de que consiguiera su propósito de incomodar al que jugaba muchísimo mejor al fútbol.

Está claro que España tuvo que sufrir para lograrlo, como no podía ser de otra forma en la final de un Mundial. También es verdad y así debe quedar recogido en el relato de los hechos que Casillas salvó de manera milagrosa el gol que tuvo Robben poco después de la hora de juego. Entonces Del Bosque retocó el equipo con Jesús Navas y Cesc y el técnico salmantino volvió a acertar de pleno. España volvió a tener el balón y hasta aguijoneó con la derecha, pero le faltó rematar a través de Villa, Iniesta, los propios Cesc y Jesús Navas, y Sergio Ramos, que tuvieron las ocasiones más claras.

Pero la gloria aguardaba en el momento justo, en el instante en que no había vuelta atrás, cuando el reloj corría desbocado hacia la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti para solaz de una Holanda que parecía haber hecho todo su trabajo sucio y que incluso, por final, había perdido a un elemento por esas acciones fuera del reglamento. Ahí salió una contra a través de Jesús Navas y el balón acabó en Cesc para que éste conectara con Iniesta, quien fue el mejor actor posible para llevar al éxtasis a toda a España, al país más futbolero del orbe. Y desde ayer al campeón del mundo de fútbol. Porque España ganó por fin el Mundial. No hay un título más merecido tanto para esta selección como para el propio país en sí.

Árbitro: Howard Webb l (inglés). Horrible, perjudicó siempre a España. Hay que ser muy cínicos para quejarse como lo hicieron los holandeses al final del partido.

Tarjetas: Roja Heitinga (109'). Amarillas Van Persie (15'), Puyol (16'), Van Bommel (22'), Sergio Ramos (23'), De Jong (28'), Van Bronckhorst (54'), Heitinga (56'), Capdevila (67'), Robben (84'), Heitinga (109'), Van der Wiel (111'), Mathijsen (117'), Iniesta (118') y Xavi (121').

Gol 0-1 (116') Iniesta. Balón que saca Jesús Navas y un rebote le cae a Cesc, quien abre hacia la derecha para que Iniesta empalme a la red.

Incidencias: Final del Mundial de Sudáfrica 2010, estadio Soccer City de Johannesburgo, 84.490 espectadores. Asistieron la reina Sofía y los Príncipes de Asturias.

Verticalidad para cambiar el aire


Jesús Navas le dio otro ritmo de la selección, que volcó su juego sobre la banda derecha aprovechando la velocidad del extremo · El palaciego pudo marcar, primero, e inició en su campo la acción del gol de Iniesta
Cualquier futbolista sueña con levantar la Copa del Mundo. Pocos tienen ese privilegio, y Jesús Navas es ya uno de ellos. Se dudaba si el palaciego estaría en la cita sudafricana y acabó siendo uno de los jugadores clave en la consecución del título mundialista. España necesitaba un cambio. Algo nuevo, savia fresca... y con Pedro en el campo desde el minuto 1, el factor sorpresa no podía ser otro que él. Cumplió lo que le pidió el seleccionador, encaró siempre en la banda derecha, desequilibró en el uno contra uno y cambió el ritmo del encuentro.

Con Van Bronckhorst amonestado, la banda derecha era el punto perfecto por donde meterle de nuevo el miedo en el cuerpo al rival que se cargó en poco tiempo de tarjetas por el fútbol duro de una naranja menos mecánica y más de estopa.

En su primera acción, Jesús Navas hizo lo que mejor sabe. Coger el balón y poner el esférico en el área. En la primera, en el minuto 69, Heitinga no acertó en el despeje y Villa, tampoco en el remate. El seleccionador holandés, viendo lo que le podía venir encima por ahí, dio entrada a Elia, un extremo izquierdo, con la idea de contener las subidas de la pareja sevillana por el costado diestro.

Pero el plan anti-Navas no funcionó. No tardó en repetir la acción, pero el empalme del delantero asturiano se fue alto esta vez. El camino hacia el gol y el título estaba marcado: por la derecha. Y a punto estuvo el futbolista de Los Palacios de hacer reventar a su pueblo, su ciudad, a Andalucía y a España entera cuando, sin pensárselo, se vio dentro del área y disparó a portería. No se lo pensó porque este jugador ha crecido en los últimos tiempos, no sólo en su club, sino también con la selección. Su disparo, rebotado en Gio, rozó el palo con el meta batido.

Jesús Navas se lamentó unos segundos, pero pronto volvió a la carga. Era el único, junto a Cesc, que rompía entre líneas la férrea colocación de una Holanda que lo apostó todo al contragolpe. Los dos, junto a Iniesta, entendieron que el partido se rompería en una acción en tres cuartos de cancha que quebrase la segunda línea de presión rival, pero, con las fuerzas justas, la velocidad de Jesús Navas era un filón que explotar.

Implicado al máximo, el extremo se fajó también atrás apoyando a su paisano en defensa, y de una de esas acciones de cobertura nació el gol de España. El sevillano agarró un rechace y no dudó en cabalgar hacia el campo holandés. Nadie le acompañaba porque a éste siempre le sobran fuerzas, y se fue hacia el centro. Encerrado, por un instante, perdió el balón, pero lo peleó hasta ganarlo para abrir a la otra banda, donde ya había otra camiseta azul. A partir de ahí... gol de Iniesta.

Jesús Navas es campeón del mundo habiendo intervenido en tres encuentros. Entró contra Suiza, y no pudo cambiarle la cara al choque. Fue un filón por su banda ante Honduras, y de él nacieron las mejores ocasiones de España. En el último, la final, le dio aire fresco al equipo. Metió miedo a Holanda e inició la jugada del gol.

¿Y alguien se preguntaba si aguantaría toda una concentración en Sudáfrica?

La cantera sevillista se proclama campeona del mundo con Sergio Ramos, Marchena y Jesús Navas

La presencia de Sergio Ramos, Carlos Marchena y Jesús Navas en el equipo con el que la selección española conquistó ayer la Copa del Mundo, después de derrotar a Holanda (0-1) en la final, demuestra la pujanza de la cantera sevillista que no ha dejado de dar futbolistas al equipo nacional en los últimos años.
   De hecho, Sergio Ramos (Camas, Sevilla, 30-03-86), que ya se proclamó campeón con el combinado nacional en la pasada Eurocopa, fue titular en los siete encuentros que disputó 'La Roja' para llevarse el Mundial de Sudáfrica. El futbolista camero se mostró muy activo en el apartado ofensivo, y estuvo muy cerca del gol en varios partidos.
   Y es que el lateral derecho del Real Madrid es un fijo en el once inicial del combinado nacional desde su debut con 'La Furia', el 26 de marzo del 2005 ante Chile. Formado en los escalafones inferiores del Sevilla, con el que debutó en Primera División con sólo 17 años, el zaguero se ha convertido en un referente mundial gracias a su polivalencia, fortaleza física y capacidad goleadora, cualidades de las que hace gala en el conjunto 'merengue'.
   El canterano nervionense acumula dos Ligas y una Supercopa de España en sus cinco temporadas como jugador del conjunto capitalino, además de un Europeo sub-19 con la selección española.
   Además, Ramos, al igual que hizo en la celebración de la Eurocopa, volvió ayer a tener un detalle con el fallecido Antonio Puerta, al enfundarse una camiseta con el rostro del malogrado futbolista tras la finalización del choque.
   Por su parte, Carlos Marchena (Las Cabezas de San Juan, Sevilla, 31-07-79) se ha convertido en el verdadero talismán de la selección española, ya que el central suma 55 partidos consecutivos invictos con el combinado nacional.
   En el Mundial de Sudáfrica, al futbolista del Valencia le ha tocado vivir los encuentros desde el banquillo, dado el buen funcionamiento de la pareja Piqué-Puyol en el eje de la zaga. Sin embargo, todos los integrantes de 'La Roja' destacan el papel tan importante que juega a la hora de hacer grupo y aconsejar a los más jóvenes del equipo.
   Formado en la cantera del Sevilla, el zaguero debutó con el primer equipo nervionense a los 18 años y, dos temporadas después, fue vendido al Benfica tras el descenso del conjunto nervionense a Segunda División. Después de permanecer una campaña en la escuadra portuguesa, Marchena fue traspasado al Valencia, donde hoy aun continúa.
   Con el conjunto 'ché', el espigado central ha conquistado dos Ligas, una Copa del Rey, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa. Además, con la selección española, al margen del Mundial de Sudáfrica, el jugador valencianista ha logrado una Eurocopa, un Mundial Sub 20 y  la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney.
NAVAS, LLEGAR Y BESAR EL SANTO.
   Por último, el extremo derecho Jesús Navas (21-11-85) se proclamó campeón en la primera gran cita a la que acudía con la selección española absoluta.
   Así, el futbolista de Los Palacios, que fue titular en el partido de la primera fase ante Honduras y dispuso de minutos en la gran final, conquistó ayer la Copa del Mundo sólo ocho meses después de debutar con el combinado nacional, el 14 de noviembre del 2009 ante Argentina.
   El veloz jugador, que se estrenó con el primer equipo del Sevilla en la temporada 2004-05, ha sido actor principal en la época más dorada de la historia de la entidad blanquirroja, con la que ha conquistado dos Copas del Rey, una Supercopa de España, dos Copas de la UEFA y una Supercopa de Europa.
   Una vez dejados atrás sus problemas de ansiedad, Navas figura como uno de los jugadores más desequilibrantes del panorama internacional, lo que ha motivado que grandes clubes como el Real Madrid se hayan interesado por hacerse con sus servicios.

jueves, 8 de julio de 2010

Álvaro Negredo (Sevilla): "Con la calidad que tenemos vamos a derrotar a Holanda"

SEVILLA, 8 (EUROPA PRESS)
El delantero del Sevilla Álvaro Negredo afirmó hoy, con respecto a la final del Mundial de Sudáfrica entre España y Holanda del próximo domingo, que el conjunto dirigido por Vicente del Bosque "derrotará" a su rival gracias "a la calidad" que tiene.
En declaraciones a los medios oficiales del club nervionense, el madrileño se mostró confiado en que la selección española pueda conquistar la Copa del Mundo. "Lo están haciendo bien. Se está cumpliendo el objetivo, que no era otra que llegar a la última ronda de la competición", señaló.
Paralelamente, el ariete blanquirrojo, que desveló que ayer felicitó a su compañero Jesús Navas por el pase a la final, se refirió a su ausencia en la lista de Del Bosque, a pesar de que fue un fijo durante la fase de clasificación para el Mundial.
"Tengo mucha envidia, porque jugar una Copa del Mundo es lo máximo. Estoy contento porque soy español, pero desilusionado porque podía haber estado allí. Ha sido un sueño que no he podido cumplir", apuntó.
ESPERA UNA TEMPORADA "DISTINTA".
En lo referente al Sevilla, Negredo, que pasó hoy los pertinentes reconocimientos médicos que dan inicio a la pretemporada del conjunto hispalense, señaló que espera que esta temporada sea "distinta" para él.
"Tendré desde el principio el apoyo de todos los compañeros, y a ver si empezando con el grupo desde el principio salen mejor las cosas", recalcó el ex jugador del Real Madrid, que la pasada campaña transformó once goles en la Liga BBVA.
Por otro lado, el atacante resaltó lo trascendental para el conjunto blanquirrojo del próximo mes de agosto, cuando disputará la previa de la 'Champions League' y la Supercopa de España.
"Será duro. Tendremos que trabajar muy fuerte porque es un momento muy importante, en el que se decidirán cosas para el resto de la temporada", concluyó.